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*KOKOA* KANELA Y KAFE *

Hola a todos, bienvenidos !



domingo, 16 de marzo de 2008

* PRUNE POPPY SEED TEA LOAF *


Prune Poppy Seed Tea Loaf
Mixing prunes with a little flour makes them easier to chop and keeps them from sinking to the bottom of this light and lemony quick bread.
Ingredients2 cups all-purpose flour 1 cup Sun-Maid Pitted Prunes (about 16) 1 tablespoon poppy seeds 1 teaspoon baking powder 1/2 teaspoon baking soda 1/4 teaspoon salt 3/4 cup granulated sugar 6 tablespoons butter, softened 1 large egg 1 cup sour cream 1 tablespoon lightly packed grated lemon zest 1 tablespoon lemon juice
Glaze (optional):
1/2 cup powdered sugar 2 to 3 tablespoons lemon juice
Directions:HEAT oven to 350 F. Coat one 9x5-inch or two 4x8-1/2-inch loaf pans with cooking spray.MEASURE flour by lightly filling and leveling dry measuring cups. Place flour in small bowl. COAT prunes with one teaspoon of the flour. Chop into about 1/3-inch pieces. Set aside. ADD poppy seeds, baking powder, baking soda and salt to flour; set aside. BEAT sugar and butter in large bowl with electric mixer until fluffy. Add egg and beat 3 minutes on medium speed or until very light and creamy. STIR in sour cream, zest and juice.ADD flour mixture in two additions, mixing just until blended. Batter will be thick.STIR in prunes. Spread batter in prepared pan(s). BAKE 45 to 55 minutes for large pan, 35 to 45 minutes for smaller pans, until golden brown and pick inserted in center comes out clean. COOL in pan 10 minutes. Run knife around sides of pan and transfer to wire rack. If desired, poke holes on top with a toothpick. COMBINE powdered sugar and lemon juice; drizzle over top. Cool completely. Wrap air-tight. Best served within 3 days.Makes 16 slices.

viernes, 14 de marzo de 2008

* la estrella de las Pascuas *


En tabletas, bombones, masitas, tortas, helado o caliente, bañando frutas o galletitas, el chocolate halaga el paladar al tiempo que levanta el ánimo. No hace falta tomarlo en copa de oro como Moctezuma en sus tiempos, pero sí, a su modo, se lo puede sazonar con pimienta. Breve historia de un manjar que siempre remite a Pascuas.
Por Moira Soto
Amargo como los sufrimientos de una princesa mitológica, fuerte como su valor para guardar el secreto sobre los tesoros de su marido Quetzacoatl –la serpiente emplumada–, de color oscuro como la sangre de sus heridas: así se describe el origen y los atributos de la planta del cacao –cacahuaquahtil– en una antigua y poética leyenda mexicana que rescata Víctor Ego Ducrot en su libro Los sabores de la historia (Norma, 2001). La esposa del dios fundador de las culturas había quedado al cuidado de los bienes de Quetz cuando este hubo de partir por mar hacia el Oriente. Los enemigos de su marido la aprisionaron y torturaron, pero ella se negó a revelar el secreto: antes prefirió verter su sangre sobre la tierra y así hizo nacer esta plata cuyos frutos, convenientemente procesados, tanto alimento, placer y adicción han proporcionado a buena parte de la humanidad.
Aunque otros territorios de México hacia el sur –provistos de zonas cálidas y húmedas donde el árbol de cacao puede alcanzar hasta diez metros– se disputan el origen del chocolate, lo cierto es que el descubrimiento por parte de los españoles de esa bebida amarga y muy fortificante, tuvo lugar en el imperio de Moctezuma, quien se la bebía sin medida en copa de oro, sazonada con pimienta, miel silvestre y a veces jugo dulce de arce. El príncipe azteca convidó con el brebaje a Hernán Cortés, quien rápidamente apreció sus reconfortantes efectos y no tardó en hacerle el panegírico a Carlos V, lo que derivó en el entusiasmo del monarca y en el favor de la corte española. Empero, todo parece indicar que un tiempo antes, frente a las costas de la actual Honduras, Cristóbal Colón, sin duda menos sibarita, había sido invitado a consumir esa bebida espesa y oscura y había recibido como presente unas habas ovaladas, marrones que no supo valorar.
Bebida de los dioses, moneda de cambio, el xocolatl provenía de los toltecas, ocupantes del territorio mexicano antes que mayas y aztecas. A partir de fines del siglo XV y comienzos del XVI, el chocolate copó a la nobleza española, de donde pasó a otras casas reales por vía de casamientos arreglados y de viajes de gente de la aristocracia. Esa preparación cuyo ingrediente principal era el fruto del cacaotero, tostado y molido, al que se añadía agua o leche, vainilla, canela, azúcar, y se tomaba caliente, despertó pasiones encendidas. Se cuenta que la infanta española Ana de Austria, hija de Felipe II, al casarse con Luis XIII de Francia, a comienzos del XVII, incluyó en su ajuar chocolate y también chocolatera para hacerlo y servirlo, y quizás algún chocolatier para elaborarlo. Así fue como, con el tiempo y los buenos reposteros, se inventaron en ese país del buen comer los éclairs, los profiteroles, la mousse y otras delicias que sólo de nombrarlas la boca se hace agua.
Xocolatl, chocolate en español y en inglés (con distinta pronunciación), cioccolata en Italia, schokolade en Alemania. Donde quiera que sea, esta golosina sublime al paladar cuando es preparada con materias primas de buena calidad y con procedimientos rigurosos, en cualesquiera de las formas que adopte (incluso aplicada a comidas saladas), genera energías, levanta el ánimo, alegra el espíritu y, por supuesto, causa un escalofrío deleitoso cuando –por ejemplo– un refinado bombón o una satinada tableta (con no menos de 70 por ciento de cacao) se derrite mórbidamente entre la lengua y el paladar.
Se dice de él que es afrodisíaco, que mejora la memoria, que alivia el síndrome premenstrual, que mejora el rendimiento deportivo, que es antioxidante. Casi una panacea, algunas de cuyas virtudes han sido científicamente comprobadas: efectivamente, el chocolate eleva la serotonina cerebral, droga natural producida por el cuerpo que disminuye cuando baja la luz solar. Por eso ahora que viene llegando el otoño, precediendo al invierno, es un buen momento para almacenar algo de chocolate en la heladera, a fin de que aliente a nuestra neuronas cuando el ánimo decaiga y la ansiedad suba. No por nada el Zchocolat.com francés, entre sus maravillosos bombones en cofres de madera y cajas de acero (que te manda a tu casa en cualquier lugar del mundo si te da el presupuesto), propone una valijita de chocolates con una cruz roja sobre blanco, que denomina “kit de supervivencia”.
Aunque tabletas, tortas, masitas, palos de Jacob y otras dulzuras se pueden degustar placenteramente en cualquier estación y horario, dice algunos especialistas que nunca se necesita más una porción de chocolate que un día frío, a eso de las cuatro de la tarde, cuando las defensas están más bajas. Un disfrute benéfico, pues.

jueves, 13 de marzo de 2008

* Museo del Chocolate en Bariloche *




El Museo del Chocolate de Bariloche realiza cursos para aprender a diferenciar los distintos tipos de cacao. En el Museo del Chocolate de Bariloche no sólo enseñan a catar los distintos tipos de cacao sino que además, cuentan la historia de este producto, considerado tradicionalmente como el alimento de los dioses. El Museo del Chocolate de Bariloche es el primero de su tipo en América Latina y gracias a su iniciativa se han puesto en marcha diversos cursos que enseñan a los futuros "catadores de chocolate" a conocer las distintas variedades, aromas, fragancias, texturas y demás componentes que convierten al chocolate en ese alimento tan codiciado en el mundo. El Museo pretende incrementar el atractivo turístico del centro y para ello ha creado una iniciativa paralela basada en extender y contar la historia de los usos del árbol de cacao, con las que los Olmecas de Mesoamérica elaboraban esta deliciosa bebida tanto con destino a ofrendas, como para servir de moneda de cambio, o como fuente de vitalidad para los guerreros o incluso como apreciada medicina y poderoso afrodisíaco. El Museo pretende realizar un repaso histórico del chocolate, su influencia en la sociedad y cómo se ha producido el tránsito de un producto claramente “elitista” a uno de masas, haciendo hincapié en sus propiedades beneficiosas para la salud.El recorrido turístico muestra el trabajo de los maestros chocolateros que elaboran el producto de forma artesanal y, además, cómo se produce de forma industrial o en serie.

sábado, 8 de marzo de 2008

* Caprichos Millonarios *


Caprichos millonarios
Del olimpo gourmet acaban de deslizarse dos objetos de culto (y una noticia) que harán perder la cabeza a todas las Paris Hilton del planeta. La famosa ginebra Bombay Sapphire se ha vestido de gala, el rosé de Moét Chändon se ha encerrado en un cofre de lujo... ¡ah! y los célebres dulces de Maxim acaban de estrenarse en la red. Mileuristas, abstenerse.
Casilda Sánchez Varela telva.com@recoletos.es
Bombay Sapphire se pone las joyas
Sí, lo que oyes. Y no son unas joyas cualquiera las que se ha "calzado" esta prestigiosa marca de ginebra, sino zafiros y diamantes. ¿De qué estamos hablando? De la limitadísima edición Bombay Sapphire Revelation, 5 botellas cónicas de cristal de Baccarat tallado a mano, diseñadas por el gran Karim Rashid y rematadas con diamantes y zafiros trabajados por maestros artesanos de Garrard, la joyería inglesa más antigua del mundo.
Tanto esplendor siempre tiene un precio... en este caso, la friolera de 200.000 dólares. La recaudación se destinará a fines benéficos pero no hay duda de que tendrás que plantearte vender tu apartamento si quieres hacerte con una. Más info: http://www.bombaysapphire.com/
Curiosités:
1. La joyería Garrard es conocida, entre otras muchas cosas por haber creado en 1870 la corona de la reina Victoria de Inglaterra que, casualmente, es la que sale en la etiqueta de Bombay Sapphire.
2. La presentación oficial de esta lujos colección tendrá lugar el próximo 27 de marzo en el aeropuerto de Heathrow. Después, cada una de las botellas viajará, por separado, a los aeropuertos de Nueva York, Dubai, Singapur y Sidney, donde estarán expuestas de dos a tres meses.
Moët Chandon Coffret
Es la última golosina Moët y consiste en un espectacular cofre que custodia un líquido "precioso", un Jéroboam Rosé Impérial. Importante: Moët & Chandon es la única marca de champagne en todo el mundo que tiene el formato Jéroboam de la variedad Rosé.
Curiosités: Sólo existen 75 de éstos exclusivos cofres en todo el mundo y, en cada uno de ellos, ha trabajado, durante dos meses, un equipo de artesanos franceses. La caja es de madera negra lacada a mano; el interior, de suave borrego rosa y la llave, dorada. Precio: 3000 €... ni más ni menos. Más info: http://www.moet.com/
... Y la noticia
Si te gusta el chocolate, te frotarás las manos. Los prestigiosos dulces de la parisina Maxim,s están, hasta el 9 de marzo, a tu entera disposición. Los cuadrados de chocolate con habas de cacao o los famosos huevos de Maxim,s son parte de la oferta de Private Outlet, el primer club privado europeo de shopping para los apasionados de cualquier tipo de tendencia. Sólo tienes que registrarte en su página web y empezar a poner la mesa...
¿Lo mejor? Encontrarás chocolates desde 4 €. ¡A esto sí que llegamos!

* Vino y Chocolate *


Existen muchos mitos y los rejuicios en relación a la cata del vino... pero sólo los más entusiastas pueden experimentar sensaciones exquisitas si se deciden a combinar dos elementos que han sido rodeados siempre por leyenda y misterio: ¡Vino y chocolate!
Cuando los españoles llegaron en América, trajeron mucho vino con ellos. La gente indígena mezcló el vino con su cacao y, según historiadores; la bebida que resultaba era una gran sorpresa. Hace diez años, Felix Brunatto propuso la idea de una “ceremonia del chocolate” acompañada por el vino, resucitando la tradición Maya de hace más de 2500 años.
La idea fue recibida al principio entre cierto rechazo y algunos aplausos, pero hoy gana aceptación universal. Es sabido por muchos que la combinación, vino y cacao, refuerza a cada uno. Aunque hay una condición quese debe tener presenter, ambos deben ser deprimera calidad.
Una invitación a quienes gusten del vino y quieren descubrir la "magia del tercer sabor" es degustar primero un trozo de nuestro cioccolato y luego tomar un pequeño sorbo de vino mezclándolo con el cioccolato. La combinación del tanino del vino con la teobromina del cacao produce una increíble sinergia entre ambos ingredientes.
Es tan importante la buena calidad del cioccolato como la del vino, pero el tipo de vino debe obedecer a la experiencia personal que se desee obtener.

domingo, 2 de marzo de 2008

* Coeur d`ile Déserte *



Coeur d´île déserte

* Mousse glace de café, avec chocolat et kumquat confit farcis *
(Espuma helada de café, con chocolate y quinoto confitado relleno)
Ingredientes:
250ml de crema de leche
3 huevos
1 cucharada de gelatina en polvo
4 cucharadas de miel de abejas
150ml de café (de Costa Rica)
otros:
2 quinotos en almíbar –perfumado con clavo de olor-
20g de queso mascarpone o gorgonzola
crocante:
150g de azúcar
1 cucharada de agua
100g de almendras peladas y tostadas
masa:
50g de galletitas dulces (tipo Lincoln)
4 cucharadas de manteca derretida
cobertura:
250g de chocolate cobertura amargo.
Salsa:
100ml de café Express
100g de chocolate con leche
1 cucharada de Tía María
decoración:
crema de leche natural
nuez moscada (optativo)
clavo de olor (optativo)
azúcar impalpable
canela en polvo (optativo)
Para trabajar:
2 tiras de placas radiológicas de 12X8 cm.
2 cuadrados de placa radiológica de 10X10cm
cinta adhesiva
Preparación:
Mousse:
Separa las yemas de las claras. Batir las yemas con la miel. Incorporar al café –tibio- y cocinar a baño maría hasta que espese. Hidratar la gelatina con un poco de agua e incorporar integrando muy bien a la mezcla. Bajar la temperatura e incorpora la crema de leche semibatida. Batir las claras a nieve e incorporarlas suavemente. Llevar a la heladera.
Quinotos:
Hacer una incisión profunda en los quinotos –por donde estaría su cavo- y con ayuda de una manga rellenar con queso mascarpone perfumado con kirsh.
Crocante:
Poner en una cacerolita de cobre el azúcar y cubrir apenas con agua. Llevarlo a punto de caramelo. Incorporar las almendras, mezclar bien y volcar sobre una mesada de mármol o sobre papel enmantecado o plancha de teflón. Estirar bien –afinando- con una cuchara de madera. Enfriar bien y luego aplastar con un palo de amasar o pasar por el mixer –hasta obtener un molido no muy fino-. El crocante puede guardarse en frascos de vidrio bien cerrados evitando la humedad.
Salsa:
Derretir en el café caliente el chocolate y agregar el licor. Templar el chocolate cobertura para bañar el postre.
Armado:
Colocar en una fuente los dos cuadrados de placa radiológica. Con los rectángulos hacer un cilindro –sobre ellos- uniendo con cinta adhesiva.Rellenar los cilindros con 2 cucharadas de galletitas molidas mezcladas con la manteca. Presionar muy bien con una cuchara o palote. Llevar a la heladera 1-2 horas.Retirar de la heladera y espolvorear el fondo con un poco de crocante. Colocar en le medio un quinoto relleno y cubrir con mousse, colocar un poco más de crocante y continuar con mousse. Terminar con crocante y llevar al freezer por 4-6 horas. Retirar y sacar los plásticos. Templar el chocolate y bañar los postres sobre una rejilla. Llevar nuevamente a la heladera –mantener allí hasta su uso-
Armado del plato:
Colocar en el centro del plato una mousse, salsear a un costado, decorar con hojas de lima y clavos de olor. Sobre la salsa poner unas gotas de crema y hacer algún dibujo. Espolvorear con azúcar impalpable y si se quiere canela molida o nuez moscada.

* Caramelos Caseros de Chocolate *


Ingredientes:
* 60 gr. de chocolate amargo* 50 gr. de manteca* 130 cc. de leche* 130 cc. de crema de leche* 200 gr. de azúcar* 1 taza de glucosa
Preparacion:
Picar el chocolate. Mezclar los demás ingredientes y cocer hasta obtener el punto bolita firme.Retirar, agregar el chocolate mezclar bien hasta que se derrita. volcar la preparación en un molde ligeramente aceitado o enmantecado.Dejar que se solidifique, cortar en tiras y guardarlos envueltos en papel impermeable.Nota:Se puede reemplazar el chocolate por una cucharadita de vainilla o leche.

** Florentinos **


Mezclar en un recipiente, la crema, la manteca, la glucosa y el azúcar, llevar a fuego suave, cocinar hasta que rompa el hervor y dejar reducir durante 30 segundos, retirar del fuego, agregar las almendras picadas y mezclar, volver a cocinar durante unos minutos más, luego volcar la preparación sobre la mesada, o sobre placa, espolvoreada con azúcar impalpable, dejar enfriar. Dividir la masa en 3 porciones y forma con cada una de ellas bastones de 1 cm. de diámetro. Cortar unidades de 1 cm. de largo. Colocar estas piezas sobre cubierta con papel manteca, ubicarlas separadas entres sí dejando un espacio aproximado de 3 cm. entre una y otra. Cocinar a 180ºC durante 6 a 8 minutos. Al retirar del horno, verificar la forma, si se han unido, corregirlos en caliente usando un molde aceitado o una espátula, una vez fríos bañar la base con cobertura de chocolate derretida a baño de maría o microondas.

Ingredientes
25 g. de crema de leche
50 g. de manteca
75 g. de glucosa

100 g. de azúcar
125 g. de almendras picadas
Cobertura de chocolate semiamargo c/n

* Wafles Belgas *


Los wafles belgas son los más populares del Este
Alba PiottoEl se define ciento por ciento belga. Ella, sólo la mitad. Pero los dos vinieron desde Bélgica hace poco más de un año y se instalaron cerca de Punta del Este. Para poder trabajar en algo, em pezaron a elaborar wafles que después venden en la calle, en la zona del puerto. Y este verano se convirtieron en los personajes más populares de las tardes esteñas. A la hora en que el Sol empieza a caer y la gente se va de la playa, Olivier De Groote y Jacqueline Henry se instalan frente al Yacth Club de Punta del Este. Y en una hora, ven cómo sus "wafles belgas" (según el cartel) se les van de las manos. No se están haciendo ricos. Dicen que lo que ganan les permite tener un trabajo y mantenerse en el tiempo que estén viviendo en Uruguay.Olivier y Jacqueline se conocieron y casaron en Bruselas, la capital de Bélgica. Y tienen dos hijos: Victoria (14 años) y Darío (11). Olivier es profesor de idiomas y políglota: habla el francés, alemán, flamenco, inglés y desde que vive acá incorporó el español con bastante fluidez.Jacqueline, en cambio, es hija de belgas. Y nació en el paraje Los Ceibos, en el departamento de San Carlos, a 20 kilómetros de Punta del Este. Ahí, sus padres se habían afincado en una chacra donde Jacqueline se crió con sus hermanos. De toda la familia, ella fue la única que volvió a las raíces y emigró a Bruselas donde vivió en los últimos 15 años.La muerte de su papá la hizo regresar. Y con Olivier se instalaron en Los Ceibos, con futuro incierto: "Por ahora estamos acá. No sabemos qué será después. Extrañamos muchas cosas que dejamos en Bruselas, pero estando allá también se extraña a la familia que está acá. No se puede tener todo", se lamenta Jacqueline.Lo cierto es que mientras dure este paréntesis, de algo hay que vivir. Y por eso se largaron a hacer wafles, y Olivier intenta con algunos alumnos particulares a quienes les enseña idiomas.Las "galletes fines" —así lo llaman los belgas— o "gaufrettes" (según los franceses) son, en la definición de un cliente que todas las tardes pasa a llevarse su paquetito, "peligrosamente ricas". Y la producción de unas 80 bolsitas de 6 y 12 unidades se venden como pan caliente entre las seis y las siete, hora clave, en el atardecer esteño."Lo más lindo es que la gente no sólo viene a comprarnos, sino que algunos se paran a charlar un rato", cuenta Olivier con su español afrancesado. Y agrega que en este año que lleva vendiendo los wafles en la costa de Punta del Este, desplegó todos sus idiomas debido a la cantidad de europeos que recalaron en la península.La preparación de los wafles les lleva gran parte del día. Y lo que traen para vender es lo elaborado en el día. "Los ingredientes básicos son los que están en la etiqueta; nosotros le ponemos nuestro propio toque", cuenta Jacqueline. La única pista que da sobre el toque personal de sus productos es que hubo que adaptarse a los ingredientes y paladares locales.Y quizá sean esos "secretos" los grandes causantes de que la persona que compró los wafles una vez, no deja de volver: una pareja de brasileños que sale a correr to das las tardes por la costa, antes de ponerse a transpirar, reserva un par de paquetes, que recoge una hora después.¿Y cómo es que un profesor de idiomas devino en repostero? "Cuando tomamos la decisión de venir, pensamos en emprender algo que acá no se hiciera. Y le pedí ayuda a mi hermano que es repostero en el hotel Hilton de Bruselas", dice Olivier.Para él, la presentación y el trato con la gente son tan importantes como que esas galletitas estén bien hechas. "En definitiva, nosotros somos vendedores ambulantes, pero no abrumamos a la gente. No queremos invadirlos. Pienso que la bandera también les llama la atención".Y es cierto. La enorme bandera belga que ellos cuelgan en su propio auto, es lo primero que los identifica. Después, el cartelito en un pizarrón "wafles belgas $20" (unos 3 pesos argentinos)."Voilá, merci", responde a cada compra. Hijo de un diplomático, Olivier se muestra sobrio y atento con cada persona que se acerca o saluda sin salir de los autos. De una camioneta 4X4 último modelo con chapa argentina, se baja un matrimonio para llevarse tres bolsitas de wafles con sabor a vainilla. Desde otro vehículo le tocan bocina y Olivier saluda. Otros pasan haciendo footing por la costanera y los saludan con el pulgar levantado: "Después venimos", avisan.Una mujer que pasea a su perro labrador los descubre: "¿Hay que ponerles dulce o algo?" Jacqueline dice que no es necesario. Era el último paquetito de limón. El día para ellos terminó.